1.2.09

Teeth in an Hour

Hoy es posible colocar una prótesis dental definitiva en sólo una hora gracias a la técnica Teeth in an hour.

En los próximos años, la odontología traerá más alivio en el cuidado de los dientes. La tendencia, coinciden los expertos, apunta a reducir el tedioso y prolongado tratamiento para colocar una prótesis, a usar una proteína sanguínea y hasta células madre para fortalecer la mandíbula debilitada por el paso de los años para conservar todo lo posible los dientes originales.

Eso es posible porque se utilizan materiales que se integran rápidamente al hueso (biocompatibles) y son tan resistentes que se pueden comenzar a usar el mismo día para comer. El diseño por computadora en tres dimensiones da más precisión y rapidez al procedimiento. De hecho, una nueva técnica permite colocar una prótesis definitiva a una persona desdentada total en una hora.

“Es una técnica que se llama Teeth in an hour y, aunque suene fantasioso, es real. La colocación demanda sólo 45 minutos de microcirugía y 15 minutos para atornillar la prótesis, todo controlado con un cronómetro”

La técnica consiste en el desarrollo por computadora del implante completo, su color y tamaño de las piezas, además de una guía de polímero. Para eso, se le pide al paciente que se realice una tomografía computada de la boca y de la prótesis móvil que utiliza.

Una vez reunida toda la información se procesa en computadora. Se compaginan las imágenes en tres dimensiones y se comienza a diseñar el implante con el color y el tamaño de los dientes más indicados para cada paciente. Esto permite identificar los mejores lugares óseos para colocar implantes lo más largo y ancho posibles para darles seguridad.

Junto con el implante se diseña en la pantalla una guía para colocar los implantes en los puntos óseos elegidos. Una vez terminada, la información de la guía se envía por Internet a la planta en Suecia, donde se fabrica, y el modelo de la prótesis a un laboratorio local para su fabricación en porcelana, resinas acrílicas u otro material lo suficientemente translúcido como para simular la transparencia de los dientes originales y resistente como para tolerar la presión al masticar.

A los diez días, cuando ambas piezas están listas, el paciente va al consultorio del odontólogo. Una hora después, sale con el implante colocado y debe volver a la semana para el primer control.
Dado que la demanda de implantes es cada vez mayor, se necesitan recursos para aumentar la calidad y el volumen del hueso sobre el que se coloca. Para eso se usan las plaquetas de la sangre del propio paciente para reparar el hueso debilitado generalmente por la osteoporosis.

En los próximos años, los implantes incluirían en la superficie una versión sintética y de liberación lenta de la proteína. Las células madre también están en la mira de los odontólogos.

FUENTE -LA NACION

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