El traumatismo dental es uno de los accidentes más dramáticos a los que está expuesto un individuo. Se ha logrado establecer que uno de cada dos niños ha sufrido algún tipo de trauma dental durante la infancia y la adolescencia debido a su intensa actividad física.
Los traumatismos dentales deben ser considerados siempre como una emergencia, y por ende deben tratarse oportunamente para lograr aliviar el dolor, reposicionar el diente desplazado por el impacto, inmovilizarlo y proteger el nervio. Cuando todos estos procedimientos se realizan de forma oportuna el pronóstico es mejor.
No solo afecta a los tejidos duros del diente (esmalte, dentina), sino que puede causar lesiones como fracturas de hueso, lesiones en los tejidos periodontales, daños en el nervio y hasta pérdida total del diente. Por todas estas alteraciones el trauma dental debe ser abordado después de atender la emergencia por un equipo multidisciplinario de odontólogos especialistas.
La ortodoncia juega un papel muy importante en el trauma dental, tanto en la prevención como en el tratamiento de emergencia y como parte del equipo de trabajo después del traumatismo.
En cuanto a la prevención de estas lesiones, sabemos, a través de muchas investigaciones, que los niños y adolescentes que presentan dientes incisivos superiores proclinados (“dientes salidos”) son cinco veces más susceptibles a sufrir algún trauma dental que los niños con una oclusión normal. Corrigiendo esta alteración en el momento oportuno a través de aparatos ortodóncicos se disminuye el riesgo de fracturas dentales.
Al momento de la emergencia el ortodoncista está preparado para enfrentar esta situación, realizando movimientos para alinear dientes desplazados, inmediatamente después del golpe y diseñar aparatos para inmovilizar el diente traumatizado.
Después de superado el tratamiento de emergencia se planifican las estrategias de tratamiento para solucionar las secuelas del trauma junto con el equipo de trabajo donde el ortodoncista juega un papel importante, ya que en algunos casos se deberán realizar movimientos dentarios para aliviar interferencias en la mordida, o en casos más dramáticos donde el paciente haya perdido algunos de los incisivos superiores. Se analizará profundamente el caso para proponer un cierre ortodóncico.
Primeros auxilios
Es de suma importancia actuar rápido en el momento del trauma, buscar los pedazos del diente fracturado o del diente desplazado.
Si se ha salido completamente, tomarlo de la corona, lavar con agua suavemente la raíz del diente e introducirlo en su lugar, el reimplante inmediato del diente es el mejor tratamiento.
Si no se siente capaz de hacer esto, coloque el diente dentro de un vaso de leche; si no tiene leche, sumérjalo en agua o manténgalo en la mejilla del paciente (poco recomendable porque se lo puede tragar).
Nunca guarde el diente en algodón con alcohol, servilleta o papel toalla. Los dientes de leche no se reubican después que se han caído por el daño potencial a los dientes permanentes que se están formando dentro del hueso.
Debido a que estas lesiones ocurren en circunstancias cotidianas, las medidas preventivas son difíciles de instaurar. Más bien estas deben estar orientadas a promover programas educativos a padres, educadores, profesores e instructores de deporte para que puedan brindar los Primeros auxilios.
En el primer grupo de alto riesgo (1½ a 2½ años), las caídas en el hogar son la causa más común de traumatismo dentarios. Debe vigilarse al niño y evitar las andaderas.